miércoles, 22 de junio de 2011

Salva tu alma y así salvarás tu mundo

Una vez un amigo me dijo: “uno nace solo y muere solo”.
Fue en ese momento en el que me pregunté, ¿cuántas personas pensarían igual?

Deberíamos comenzar por cambiar ese pensamiento, pero al profundizar más, me doy cuenta de que si nos miramos entre nosotros, la mayoría debería estar dándose cuenta de que estamos luchando contra nuestra misma especie.

Desde niños crecemos en esta sociedad material, de la cual nos vamos acostumbrando conforme vamos creciendo.
Más adelante a lo largo de nuestras vidas, si no logramos navegar en nuestro interior tal vez sin darnos cuenta estaríamos llevando una vida superficial.
Tenemos que sumergirnos en nuestro interior, partiendo a través de la meditación para saber quiénes somos cada uno de nosotros y qué queremos lograr.
El mundo se creó para nosotros y definitivamente no lo estamos disfrutando; mas bien yo diría que lo estamos explotando.
Comencemos a amarnos, respetarnos y a perdonarnos, y así podremos hacerlo con los demás. Es una búsqueda que debemos realizar para mejorar nuestra vida espiritual, porque no somos el cuerpo, este es nuestro vehículo; nosotros somos el alma.
Busquemos un equilibrio que englobe una armonía entorno a nosotros.
Dejemos atrás toda la violencia innecesaria, porque no nos enseña nada. Deberíamos aprender a no practicarla, ni siquiera mentalmente; así podremos aportar un ejemplo hacia los demás.

Empecemos por cambiar, reparemos nuestros errores, pensamientos e ideas negativas; cosechemos semillas positivas para que crezcan frutos de éxitos para un mundo mejor. Este es nuestro hogar, no lo destruyamos, no continuemos matando nuestra especie.
Es inhumano pelear contra nosotros para conseguir algo. La vida ahora depende de cada uno y a diario es una lucha por sobrevivir.

La vida es bella y todo lo que sale de allí es bello, incluso nosotros mismos y, lamentablemente, no nos hemos dado cuenta.


(Basado en un Ensayo que realicé sobre mi proyecto: "Paz y amor para el desarrollo de la humanidad")

martes, 31 de mayo de 2011

Como el queso y el Jamón

Radiante, siempre el queso, amarillo brillante, como si me transmitiera una energía exuberante.
El jamón, esa primera letra inconfundible de su nombre, una masculinidad pura, afeminada con el uso rosado de su color, algo húmedo que permite conexión entre los dos.

Sin queso es sólo jamón, sin jamón es sólo jamón
El queso siempre en su búsqueda de amor, su media naranja hecha jamón, unidos el uno al otro es el camino que vamos formando como si fuéramos cada uno de los dos.

Nos vamos por todos lados, probando y formulando una  diferente combinación, pero nunca tan perfecta como el queso con el jamón.

Como un pan con jamón en el lonche, como un pan con queso por la noche, pero al fin en la mañana los une un por siempre mixto, más conocido como pan con queso y jamón, como esta combinación no hay otra mejor.
Como el queso y el jamón somos tú y yo
.

lunes, 30 de mayo de 2011

Yo sí soy quién

Yo no soy quién para dar lecciones de vida, tan sólo soy letras formando palabras que se convierten en oraciones y le dan sentido a todo esto que quiero decir, tal vez mucho o poco pero te aseguro que algo bueno podrás llevarte de estas líneas.
Yo no soy quién para decirte que a esta vida vinimos a aprender, pero debo decirte que no te vas de aquí sin haber aprendido algo.
 Muchas personas andan por la vida sin saber quienes son, algunas buscan encontrarse a través de un título profesional, cuando en realidad no tienen ni la más remota idea de quién verdaderamente son. Muy pocos buscan su interior, muchos viven de afuera hacia adentro cuando no se dan cuenta de cuan maravilloso es vivir de adentro hacia afuera.
En los momentos más difíciles de nuestras vidas, son en los que nos encontramos con nosotros mismos y ahí es cuando nos conocemos, el secreto aquí es reflexionar sobre nuestros errores para no volver a caer, ojo en esto, siempre caeremos, pero lo interesante aquí es no volver a caer por lo mismo.
Una vez me encontré cuando caí a un hueco, pues la única mano que vi que podía levantarme era la mía, y con esa poder seguir recorriendo mi vida.

 A veces sólo te necesitas a ti mismo para levantarte, y los demás son sólo voces de aliento para que puedas lograr hacerlo tú solo.

Tú decides cuántas veces equivocarte, tú decides cuántas veces caerte al mismo hueco por el que te quedaste atorado mucho o poco tiempo. Yo no soy quién para decidir por ti.
Yo no soy quién para decirte que hacer o no hacer, la vida te hará caer y tú buscarás tus puertas de escape y tus herramientas para poder levantarte, yo sólo paso por aquí para informarte, para advertirte que uno debe estar preparado para lo que se venga, o al menos no subestimar los ciclos de la vida, uno no compra un boleto de vida perfecta, tan sólo vive los días y yo no soy quién para venirte a decir todo esto porque tú serás quién descubra, quien salte, quien caiga, quien se levante para poder continuar.
Yo no soy quién para lamentarme haberme caído, pero yo sí soy quien para agradecer cada levante que he tenido.

Según yo